Wálter Aldana Q.
Hay comunidades que históricamente han actuado de manera colectiva, incluso como un ejemplo de resistencia ante la creciente ola de aculturación de sus prácticas culturales, sociales, económicas y religiosas. Se trata de pueblos indígenas y comunidades afro presentes en nuestro país y en la región del Cauca. Valor que viene ganando el campesinado organizado luego de su reconocimiento como sujeto de derechos de especial protección constitucional.
De otra parte, las “bondades del capitalismo”, con su pensamiento individual y competitivo, han formado seres para quienes prima el interés personal y económico por encima del buen vivir general.
El anuncio de la convocatoria a licitación pública (prepliego) para la construcción de la doble calzada Popayán – El Estanquillo, con una inversión de $7,5 billones, más de 150 mil empleos temporales, mediante una concesión a veinte años para la recuperación de la inversión, se convierte en la mayor apuesta financiera en la infraestructura institucional para el Suroccidente colombiano; un verdadero hito de la ingeniería que beneficiará a la región, a los departamentos de Cauca, Nariño y al sur del continente americano.
Hice referencia a los pensamientos colectivo e individual para registrar las reacciones positivas por parte de los operadores políticos, la ingeniería civil, los gremios de la producción y las organizaciones sociales expresadas ante el anuncio del gobierno del cambio de la proyección de semejante inversión financiera.
Me pregunto por qué este anuncio no ha conmovido al conjunto de la población. Y creo son varias las respuestas: en una parte de las personas existe desconfianza (aún con este gobierno), y no creen que el anuncio se cumpla; otra parte cree con beneficio de inventario respecto del tiempo planeado para la construcción y los años que realmente tomará su terminación. La sombra de la corrupción y la difícil situación presupuestal en que dejaron a la Nación los anteriores gobiernos estimulan la sospecha sobre la concreción de ese anuncio.
De igual forma las necesidades básicas de la población de los municipios aledaños a la vía hace que las comunidades estén pensando cómo la construcción de la vía contribuye a la satisfacción de esas necesidades más que en las bondades del anuncio que, si bien podría ser la puerta de entrada a su solución, la inmediatez de sus necesidades no les permite ver la importancia de la obra.
Resulta necesario preparar las poblaciones impactadas en relación con su dinámica diaria; que no nos coja la tarde para que el Sena capacite laboralmente en dicho corredor a los jóvenes para su vinculación a las labores que demande la ejecución del proyecto, así como en emprendimientos que generen los ingresos familiares durante y después de la concreción de este sueño integrador de más de 60 años.
Celebremos con reservado entusiasmo este anuncio, un proyecto político que pone los ojos para su inversión no en la plusvalia economica, si no en la plusvalia social, bien vale la pena apoyar su continuidad.