Durante dos días, en Popayán, Cartagena y Girardot, alrededor de 180 personas en proceso de reincorporación se graduaron de la primera versión de la Escuela de Economía Social, Solidaria y Popular que se desarrolló entre octubre de 2024 y agosto de 2025.
Este proceso formativo permitió fortalecer las capacidades organizativas y económicas de firmantes del Acuerdo de Paz y de sus organizaciones, a través de seis módulos distribuidos en temáticas como economía solidaria en procesos latinoamericanos; territorios solidarios y participativos, valores, principios y gobernanza participativa; prácticas para la transformación en territorios productivos y solidarios; sostenibilidad ambiental y desarrollo territorial y el cuidado y la participación de la mujer en las dinámicas de la economía social, solidaria y popular.

“Este espacio es muy importante ya que es un paso más, una meta más que alcanzamos en nuestro proceso de reincorporación. A pesar de las barreras personales, territoriales e institucionales hoy tenemos este nuevo logro en las manos, porque creemos que la paz es posible”, señalo Álvaro Guasá Carabalí, representante legal de la Asociación Arapaz y firmante de paz.
Por su parte, Mabel Andrade, subdirectora territorial de la ARN, “a pesar de las múltiples adversidades que enfrentan los territorios interétnicos de Cauca, Valle y Nariño, seguimos construyendo paz con esperanza y compromiso. Esta Escuela deja como legado una red de liderazgos fortalecidos y la certeza de que otros modelos de desarrollo son posibles; demuestra que la economía solidaria no es una abstracción, sino una alternativa viva, tejida desde la cotidianidad, desde las organizaciones, y sostenida por la convicción profunda de que la transformación territorial nace del encuentro, del saber colectivo y del compromiso con la vida”.
A lo largo de seis módulos, las y los participantes vivieron una experiencia de transformación compartida, en la que se desaprendieron verdades impuestas, se construyó con las comunidades, y se tejió un horizonte ético y político centrado en la vida.
“Esta paz, queridos amigos y amigas que construimos juntos, es ante todo una opción ética por la vida, por la dignidad de cada ser humano, por el derecho a soñar como grupo, como colectivo, como sociedad. Sin duda, toda transformación comienza por el reconocimiento de la dignidad humana, del otro”, aseguró el padre Harold Casilla Devoz, rector general de Uniminuto.
Esta alianza estratégica cuyo propósito está enrutado en dar cumplimiento a lo planteado en el capítulo 1 de los Acuerdos de Paz, impulsaron un valioso proceso formativo en Economía Social y Solidaria. Iniciativa que buscó fortalecer en hombres y mujeres firmantes de paz, capacidades de liderazgo, brindándoles bases sólidas y conocimientos clave para transformar sus territorios.
Una juntanza para celebrar lo sembrado

El 31 de julio, Popayán también fue epicentro de una ‘juntanza solidaria’ donde más de una docena de firmantes de paz expusieron y comercializaron los frutos de sus iniciativas productivas y emprendimientos individuales. Esta muestra surgió como parte del ejercicio de cierre de la “Escuela de economía social, solidaria y popular”.
“Con lo aprendido en este diplomado queremos seguir innovando y sacando provecho del cultivo que tenemos de uchuva; en esta ocasión trajimos productos como unas gotas y mermelada, además estamos pensando en hacer un vino. De esta manera impulsamos el trabajo en el campo y ponemos en práctica lo aprendido”, expresó Manuel Campo, integrante de la cooperativa Coomeep de Caldono.
La comunidad académica y ciudadanía en general participaron de esta jornada de encuentro y reconocimiento mutuo, reafirmando el compromiso con una Colombia que se construye desde lo colectivo.
Iniciativas como la Escuela de Economía Social, Solidaria y Popular permiten demostrar que las y los firmantes están impactando positivamente cada rincón del país con sus proyectos y liderazgos. Su compromiso inquebrantable es el testimonio más poderoso de que un país mejor es posible, y que la paz, con esfuerzo y dedicación, se construye día a día.