Según informaciones preliminares, los uniformados fueron sorprendidos por hombres armados que se movilizaban en una camioneta.


La violencia volvió a golpear al Cauca. Este jueves 17 de julio, alrededor de la 1:00 de la tarde, el comandante de la subestación de Policía de El Tambo, intendente Willi Walberto Carabalí Carabalí, y el patrullero Fabián Andrés Robayo Rocha fueron asesinados mientras almorzaban en un restaurante del corregimiento de San Joaquín, a escasos 20 minutos de la cabecera municipal.
Los atacantes habrían descendido del vehículo y disparado de manera indiscriminada contra los dos policías, quienes no tuvieron oportunidad de reaccionar. Tras la ejecución, los sicarios huyeron en dirección al municipio de Timbío, con la aparente intención de alcanzar la vía Panamericana.
Aunque aún no se ha confirmado de forma oficial, las primeras hipótesis apuntan a que los responsables serían integrantes del grupo armado residual “Carlos Patiño”, facción disidente de las Farc que opera en el suroccidente colombiano, en articulación con estructuras del ELN. La modalidad del ataque coincide con las características de los llamados “planes pistola” con los que estos grupos han atacado sistemáticamente a miembros de la fuerza pública.
La secretaria de Gobierno del Cauca, Maribel Perafán, rechazó enérgicamente este nuevo episodio de violencia: “Hoy nuevamente hay luto en el departamento del Cauca. Dos de nuestros policías ofrendan la vida por el departamento, por la seguridad y por la convivencia en nuestros territorios”, afirmó.
“Rechazamos contundentemente los hechos acaecidos en este momento en el municipio de El Tambo, Cauca, en el corregimiento de San Joaquín, donde dos de nuestros policías, entre ellos, el comandante de estación, pierden la vida”, añadió la funcionaria.
La secretaria de Gobierno también hizo un llamado urgente a las autoridades judiciales y de seguridad para que se esclarezcan los hechos y se capture a los responsables de este crimen que enluta no solo a la Policía Nacional sino a toda una región marcada por el conflicto armado.
“Nuestra solidaridad con sus familias, a quienes hoy abrazamos, y por supuesto, con la institucionalidad, con nuestra Policía. Decirles que aquí estamos todos juntos para seguir avanzando, para seguir —y nunca nos cansaremos— construyendo puentes y diálogos que nos permitan llegar a la paz anhelada”, expresó.
Unidades especiales de la Policía y el Ejército Nacional se desplazaron a la zona rural para iniciar las investigaciones y desplegar un operativo de búsqueda que incluye apoyo aéreo. Mientras tanto, en los municipios cercanos se han reforzado los controles y se mantiene la alerta ante posibles nuevos atentados.
Este doble homicidio se suma a una preocupante escalada de violencia que ha cobrado la vida de más de 80 líderes sociales y uniformados en lo corrido del año en el país, muchos de ellos en el convulso departamento del Cauca, donde persiste la presencia de múltiples actores armados ilegales que se disputan el control territorial y de economías ilícitas.
La comunidad de San Joaquín, consternada, exige mayor presencia del Estado y garantías de seguridad. Lo ocurrido refleja una vez más la complejidad del conflicto en zonas rurales y la urgente necesidad de avanzar en soluciones estructurales que permitan proteger tanto a la ciudadanía como a quienes velan por la seguridad del país.