domingo, julio 27, 2025
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La embajada problemática

Víctor Paz Otero. 

  No puedo evadir en esta nota de prensa, comentar algunos aspectos de orden personal y familiar, acerca de nuestro embajador ante el gobierno de los Estados unidos, el señor Daniel García-peña Jaramillo, ahora que está desempeñando dichas funciones, en momentos de una coyuntura en extremo compleja que sin duda se pueda categorizar como de transitoria y exagerada crisis. 

El embajador García-peña Jaramillo, es el hijo mayor de mi fallecida esposa Dora Jaramillo campo, hijo mayor en su primer matrimonio con Roberto García-peña, junior. Esta circunstancia familiar y de cercanía afectiva, con Daniel, me permitió durante largos años, conocer y seguir de cerca todo el proceso de su formación intelectual y académica y los diversos aspectos de sus desarrollos vitales y personales. Los que sin duda lo han capacitado para afrontar las no pocas e irritantes complicaciones que de manera inexorable parece pueden surgir en gobiernos presididos con presidentes de perfiles bastante diferenciados y de tan opuestas visiones ideológicas, en la concepción de mundo y del poder político. De todas formas, hay que esperar que la diplomacia sea el arte de manejar y comprender conflictos tanto entre personas como entre naciones. 

En primer término debo decir que el embajador García-peña es una persona autentica y visceralmente bicultural; si bien hubo de nacer en Bogotá, su primera infancia transcurrió en los Estados Unidos y en otros países europeos, pues su padre fue un diplomático de carrera y la mayoría de años en esa función, la desempeño ante el gobierno de los estados unidos. Por esa misma razón, los estudios primarios, secundarios y universitarios los realizo nuestro embajador en ‘Gringolandia’, donde terminó graduándose en ciencia política.  

El ambiente político y diplomático fue la atmosfera permanente y cotidiana en el entorno familiar de Daniel. Tanto su abuelo paterno, don Roberto García-peña, fue también diplomático y durante más de 40 años fue el director y también copropietario EL TIEMPO; actividad donde la preocupación política tanto nacional como internacional era algo de todos los días. 

Por otra parte, su abuelo materno, es decir el padre de Dorita, fue igualmente un destacado y sobresaliente hombre público, un perseverante actor de la política colombiana; ministro de estado, tres veces gobernador de Antioquia, embajador de España y el Brasil, gerente general IFI (Instituto fomento industrial). 

Es decir, el ambiente político y diplomático ha sido una circunstancia habitual que ha gravitado durante años en la formación intelectual de Daniel. 

Cuando regreso a Colombia, fue nombrado consejero para la paz en el gobierno de Samper Pizano. Igualmente hizo trabajo periodístico en varios años y en varios medios de comunicación nacional. 

Elegido Gustavo Petro alcalde de Bogotá, solicito a Daniel para que colaborara en el manejo de las relaciones exteriores del gobierno distrital. 

Su esposa María Valencia Gaitán, hija de gloria Gaitán y por tanto nieta de Jorge Eliécer Gaitán, en su condición de arquitecta, participó en la alcaldía de Petro colaborando en las políticas de vivienda social.  

En determinado momento se presentó un conflicto, tal vez de desencuentro y de intemperancia, entre el alcalde y la esposa de Daniel. Resultado de ese evento García-peña renuncio a su cargo en gesto solidario con su esposa. En su renuncia, bastante publicitada en la prensa nacional, se refirió con lenguaje algo agresivo y ofensivo hacia el alcalde. al que le asignó veleidades de autócrata.

Al parecer Petro no es hombre que permanece anclado en los rencores o en los agravios del pasado y llama nuevamente a colaborar a Daniel en el cargo de Embajador ante los Estados Unidos, lo llama en una coyuntura de crisis y de malos entendidos con el inflado e inflamable presidente Trump. Ese si autentico autócrata en éxtasis.  

Afortunadamente nuestro embajador es un hombre tolerante, pacifista y comprensivo. Muy buenos atributos para un embajador en esta coyuntura y en esta embajada problemática. Pero lo que es bien significativo es que Daniel conoce en detalle y ha sido un estudioso permanente del proceso y de las relaciones entre los dos países. Hace algunos años publicó un valioso y sugestivo libro sobre dicha temática. 

Creo sinceramente que ha sido un acierto del presidente Petro haberlo nombrado embajador, podría decirse que es el hombre indicado para el momento indicado Estamos seguros que en esta coyuntura de desencuentro y de adjetivos mal comprendidos, el ayudara a encontrar la forma de superar las asperezas; con inteligencia y conocimiento los asuntos se esclarecen y solucionan. Mi saludo siempre cordial para Daniel desde esta columna. 

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