El presidente Gustavo Petro inició visita a la China para firmar ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda, bajo la mirada de zozobra de los gremios nacionales.

El mandatario llegó acompañado por una delegación de alto nivel, conformada por ocho ministros, con el objetivo de fortalecer la relación bilateral y explorar posibilidades de cooperación en sectores como infraestructura.
Durante la visita, uno de los principales propósitos del jefe de Estado es formalizar la intención de Colombia de integrarse a la iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por el presidente Xi Jinping desde 2013. Petro había anticipado esta intención la semana anterior, al anunciar que firmaría una carta de intención que podría vincular al país a este proyecto de alcance global.
Redacción El Liberal

Las actividades del mandatario en su primer día en territorio asiático comenzaron con una reunión a las 2:00 p. m. hora local, en la que participaron el ministro de Hacienda y los embajadores de Colombia y China en Pekín. Más tarde, sobre las 7:00 p. m., asistió a una cena de trabajo organizada por la Embajada colombiana.
El contexto de esta visita internacional se da semanas después de que, en Tegucigalpa, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, entregara a Gustavo Petro la presidencia pro témpore de la Celac durante la novena cumbre del organismo regional.
Hablan los gremios
Mientras que algunos sectores consideran que es una oportunidad para fortalecer los lazos comerciales del país, otros aseguran que este tipo de decisiones requieren gran análisis y prudencia.
En Colombia, diversos gremios han manifestado reservas frente a la posible incorporación del país al programa impulsado por China. Entre ellos, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), expresó inquietudes sobre las implicaciones estratégicas y económicas de esta decisión.
“¿Colombia quiere hace esto en este momento? ¿A cambio de qué? ¿Qué justificación tiene desde el punto de vista de la estrategia internacional de estos días? ¿Cómo afecta la relación con nuestros aliados comerciales que nos compran la mayoría de nuestras exportaciones? Ojalá se tengan estos aspectos al momento de discutir o considerar el tema”, señaló Bruce Mac Master, presidente del gremio.
Desde la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham), su presidenta María Claudia Lacouture también comentó el tema en la red social X: “Cualquier acercamiento con China debe regirse por principios de transparencia, reciprocidad y sostenibilidad, protegiendo el interés nacional sin comprometer la autonomía de Colombia”, escribió.
Anuncio de Petro de suscribir a Colombia a la Ruta de la Seda debe pasar primero por el Congreso, aseguró Katherine Miranda: “Puede llegar a afectar la soberanía económica del país”. La representante a la Cámara del partido Alianza Verde señaló que dicho paso previo a la adhesión del país a los acuerdos comerciales con el exterior está consagrado en la Constitución Política.
“En el contexto de un posible acuerdo comercial con China en el marco de la iniciativa de la Ruta de la seda, este acuerdo si se formaliza, requiere obligatoriamente la aprobación del Congreso de la República para su implementación”. La congresista enfatizó que el Congreso no puede limitarse a ser un espectador para este tipo de decisiones, ya que, para Miranda, cualquier tratado internacional que pueda tener implicaciones económicas o políticas para el país requiere un debate legislativo previo a su implementación. “El Congreso no se puede quedar simplemente de espectador. Tiene la obligación de debatir, aprobar o negar, estos compromisos que pueden llegar a afectar la soberanía económica y política del país”, precisó.
El exministro de Comercio, José Manuel Restrepo, aseguró que esto podría generar nuevas dificultades en las relaciones comerciales y diplomáticas con Estados Unidos, al ser considerado como el principal aliado de Colombia.
“Este tendría implicaciones geopolíticas, podría llegar a tener impactos en el comercio exterior colombiano y, en mi opinión, por lo menos debería ser analizado en las comisiones segundas (del Congreso). Firmar ese memorando, así sea meramente intencional, podría tener implicaciones en la relación de Colombia con Estados Unidos y, por lo tanto, consecuencias en la inversión extranjera y el comercio internacional”, declaró
Estas posturas se producen en un contexto comercial en el que Colombia presenta un déficit marcado frente al gigante asiático. En 2024, las importaciones provenientes de China alcanzaron los US$14.700 millones, ubicando a este país como el segundo mayor proveedor de bienes para Colombia, apenas US$738 millones por debajo de Estados Unidos.
En contraste, las exportaciones colombianas a China fueron sustancialmente menores, con un total de US$463,1 millones en el mismo periodo. Esta diferencia ha generado preocupación entre los sectores productivos nacionales, que observan con cautela los términos de una posible integración a la Franja y la Ruta.
En términos más amplios, el comercio de bienes entre China y los países vinculados a dicha iniciativa alcanzó los US$3,07 billones durante el año anterior, según cifras del Ministerio de Comercio chino. De ese total, aproximadamente US$500.000 millones correspondieron a transacciones con América Latina y el Caribe.
Brasil se consolidó como el principal socio comercial de China en la región, con una participación del 35,5% en el intercambio bilateral. Le siguieron México (19,7%), Chile (13,9%), Perú (7,8%) y Colombia (4,7%). También figuran otros países como Argentina (4,4%), Panamá (2,9%), Ecuador (2,7%), Uruguay (1,5%), Guatemala y República Dominicana (1% cada uno), mientras que el resto de la región suma 4,9%.
Durante el resto de su estadía, el presidente Petro continuará con una serie de encuentros bilaterales destinados a ampliar los acuerdos de cooperación con el gobierno chino.