Por: Cayo Betancourt – cayobetancourt@gmail.com – @cayobetancourt
Luego del incidente global ocurrido en 2020, el paradigma del trabajo en la oficina cambió drásticamente, debido a las restricciones y el confinamiento, las condiciones laborales cambiaron y las organizaciones debieron adaptarse al trabajo remoto, donde nuevas herramientas y forma de trabajar debieron adoptarse por los equipos de trabajo. Aunque inicialmente se observó una mejora en el balance vida trabajo, especialmente en aquellos lugares donde el tránsito a la oficina puede tomar unas considerables cuatro horas al día, como sucede en Bogotá, debido a esto las personas tuvieron más tiempo para compartir con la familia, con los niños pequeños, mejores tiempos de sueño y un cambio en las actividades posteriores al trabajo.
Este cambio puede asimilarse directamente con un beneficio en las condiciones laborales de las personas y una influencia directa en la salud mental, reducción en costos operativos como los tiquetes de transporte público, costos de combustible y parqueaderos. Otros costos que pudieron reducirse en este contexto, están asociados con el cuidado de niños pequeños y adultos mayores, los cuales pueden ser elevados de acuerdo con los costos del lugar de trabajo.
Revisemos los efectos negativos del trabajo remoto, el cual puede promover la adicción al trabajo, donde se ha observado que algunos empleados permanecen más tiempo frente a sus dispositivos en actividades relacionadas con el trabajo. Otro efecto colateral respecto al trabajo remoto está relacionado con la desconexión en los equipos de trabajo, creando islas de actividades donde las relaciones personales se reducen a una interacción vía conferencias y los mensajes que se cruzan a través de las diferentes plataformas. El cambio en las comunicaciones construye barreras invisibles en la cultura corporativa, donde un entorno comunicativo y colaborativo, puede reducir su interacción por la naturaleza del medio que se usa, generando distanciamiento y una reducción en el proceso de networking donde las interacciones frente a frente pueden resolver situaciones que por otros medios tardarían días y una cantidad de mensajes, los procesos de madurez de los equipos se afectan, especialmente cuando ingresan nuevos miembros y el desconocimiento de personas en otras áreas, crea barreras que pueden cambiar un entorno colaborativo en un entorno burocrático.
Las organizaciones observaron inicialmente un beneficio en la reducción de ocupación lo cual se redujo en los costos de los inmuebles, regresando pisos que estaban rentados y en algunos casos edificios completos. El impacto indicado anteriormente, tiene otras consecuencias, las oficinas que son propiedad de las organizaciones presentaron pérdidas, afectando otros negocios circundantes como restaurantes y lugares de entretenimiento. Debido a esto algunas organizaciones han cambiado de un modelo completamente remoto a un entorno híbrido, donde se indica que la mitad o dos tercios de cada semana los empleados deben ir a la oficina.
Finalmente, cada entorno debe observarse de acuerdo con su contexto, algunas organizaciones de servicios y salud no pueden atenderse remotamente, otros casos interesantes son aquellos donde los entornos TIC han trabajado con equipos remotos desde inicios de los años 2000. Es importante entender el impacto que genera el trabajo remoto y ajustar las actividades de acuerdo con las necesidades y la estrategia corporativa para evitar impacto negativo porque un cambio en la cultura corporativa es como girar un transatlántico, requiere una cantidad de esfuerzo y tiempo para regresar al estado anterior.