Por: Cayo Betancourt – cayobetancourt@gmail.com – @cayobetancourt
El desarrollo profesional tiene un factor importante, las redes de contactos o networking, el cual juega un papel fundamental para crear lazos de amistad y conocer de una manera informal los futuros talentos. Hace varios años, durante una charla en una universidad, le dije a los estudiantes, miren a su alrededor y recuerden a sus compañeros, en este momento aún no saben quién será el próximo director ejecutivo o emprendedor que genere empleos entre ustedes. Es importante nutrir los lazos de amistad y ampliar esta red de contactos en un sentido sin sesgo, donde las conexiones apoyan en un contexto de diferentes niveles las oportunidades laborales futuras. Las redes de contactos generalmente se extienden más allá de las barreras de la cultura corporativa, donde las costumbres, necesidades y acciones recurrentes tienen un cerco abierto creado por la estrategia corporativa. Cuando la microcultura se funde con las redes de contactos, se pierde la objetividad y los sesgos positivos se convierten en palancas, atajos y otros artilugios usados en las corporaciones para generar y obtener favores, que finalmente se traducen en un contexto de cultura política gestionada por influencias.
Para diferenciar la mezcla de política y redes de contactos, es importante responderse conscientemente algunas preguntas, como ¿La posición que se ofrece será objetiva y transparentemente ocupada por el mejor candidato? O ¿Puedo trabajar con un desconocido que está capacitado o prefiero un contacto que conozco y me siento más confortable con él? Este tipo de preguntas aclaran la situación y permiten generar entornos con menos sesgos y crean oportunidades realmente transparentes para los aplicantes. Por ejemplo, en las organizaciones es mandatorio abrir las vacantes y publicarlas para atraer los mejores candidatos, generando un grupo de candidatos para tener una selección abierta. Desafortunadamente, en algunos casos la publicación de las posiciones abiertas se presenta para cumplir un requisito porque ya existe una persona designada para ese trabajo, por lo tanto las entrevistas y un posible proceso de selección suceden por el protocolo a seguir. Entretanto, hubo un atajo donde posiblemente influyó la política interna de la organización para nombrar directamente a una persona, en este caso la paradoja de la caja de huevos no ocurre, porque la posición no se completa al cumplir prerrequisitos, por el contrario se genera estancamiento y desmoralización en el equipo. Otro factor negativo está asociado con la inclusión de prácticas poco transparentes en el proceso de contratación, lo cual podría tomarse como la norma y las personas lo aceptan como algo normal, incluyéndose en la cultura corporativa como una práctica regular el punto que con el tiempo no genera alarmas.
Finalmente, es importante generar relaciones sanas y abrir los espacios para entrar en un concurso laboral donde se respeten las reglas para obtener el mejor candidato, pero las prácticas relacionadas con política o sesgos negativos ensombrecen estas actividades y finalmente generan un detrimento en la percepción que tienen las personas frente a estas compañías. Cuando se observa un proceso sesgado con tintes políticos, es necesario que desde el equipo de recursos humanos, especialmente el ejecutivo o CHRO, genere un plan para disminuir hasta eliminar parcial o totalmente estas prácticas negativas en las actividades de contratación.