Por Eduardo Nates López.
Por mi grata y muy antigua cercanía con este diario me arrogo el derecho de hacer comentarios que ojalá conduzcan a que quienes puedan ayudar a la supervivencia de este medio, lo hagan, partiendo de la premisa de que es un patrimonio de la ciudad y la región, del cual ninguno de los accionistas espera réditos ni utilidades de ningún tipo.
Un comentario sobre algo que resulta sorprendente (y alguien tiene que decirlo…) es que, en la edición del periódico del pasado miércoles 18 de septiembre, apareció una columna titulada: “Nueva fórmula para fijar el precio de combustibles”, escrita por el exparlamentario y exministro del Interior Luis Fernando Velasco Chavez. Extraña, no el contenido del escrito -que sin duda es interesante-, sino que el autor haya decidido lanzar su propuesta al presidente Petro, a través de este medio de comunicación regional y a los pocos días de haber salido del ministerio del Interior, -el más cercano al primer mandatario de la nación-. Surgen interrogantes como: ¿Por qué no se lo dijo al presidente cuando le hablaba al oído? O, ¿Lo hizo y Petro no le paró bolas? O, ¿No habría sido el Consejo de Ministros, el auditorio apropiado para discutir una inquietud de semejante calibre, que impacta todas las actividades económicas vitales del país?
Es válido el planteamiento de Velasco, en el sentido de que resulta injusto que, siendo Colombia productor de petróleo, para sus combustibles tenga que pagarlo a precio internacional, el cual es influido por muchos factores comerciales que buscan compensar economías extranjeras no productoras de crudo, con el sacrificio de la colombiana. Sugiere también, el exparlamentario implantar un impuesto progresivo al petróleo, que no desestimule la inversión en su explotación y pueda aplicarse en forma creciente, a partir de un tope de US$50/barril en la cotización internacional del crudo.
Debe ser frustrante para el exministro que esa añeja propuesta electoral de sus dos últimas campañas haya tenido el efecto de “campana hueca”, tanto como Consejero de las Regiones o como Ministro del Interior y que hoy deba enarbolarla con la pluma. También es antipático para él lo que sucedió esta semana, por cuenta del senador Ariel Ávila, quien le corrigió a Velasco Chavez, el Acto Legislativo 01 de 2002, con el que le quitaron enorme cantidad de recursos a la educación regional, en aquella época en la que Velasco era “Representante de otro Cambio” (… el de Andrés Pastrana…)
Otro caso curioso como columnista es el de Juan Carlos López Castrillón, a quien, durante su pasada gestión en la alcaldía de Popayán, en varias ocasiones invitamos a que contara con este medio para asignarle pauta publicitaria de la que usualmente reparte ese despacho en los medios locales. Pero no logramos atraer su atención. Ahora sí, semanalmente envía sus escritos a este periódico…
Otra deducción que puede derivarse de la reaparición del par de columnistas mencionados, es que la credibilidad del periódico, en sus más de ochenta años de existencia, continúa intacta, respetable y sostenida. De no ser así, ellos, jugadores de “las grandes ligas” de la política local, regional y nacional no hubieran tocado esta puerta…
Queda solamente reiterar que el debate respetuoso de las ideas tiene en este periódico su escenario predilecto, así provenga de variados, e inclusive antagónicos, orígenes políticos; Que también al periódico conviene la presencia de protagonistas políticos como ellos en estas páginas; Y que sería, por lo menos justo, entre todos, hacer los esfuerzos posibles para que no solo no desaparezca sino que, al contrario, pueda fortalecerse y conservarse como un patrimonio de la ciudad, al servicio de las ideas y de todos los estamentos sociales y políticos del Cauca y del suroccidente colombiano. Se espera que los columnistas en comento perseveren en su ejercicio intelectual, más allá de las elecciones del 2026…