Leiva quien se marchó a España temeroso de ser detenido y juzgado por “traición a la patria” y otros delitos, negándose a conceder declaraciones a los medios de comunicación, sólo accedió a conversar telefónicamente con Vicky Dávila, quien le solicitó aclarar sobre su mención en las conversaciones filtradas.

Por Felipe Solarte Nates
En los vaivenes de la montaña rusa de sucesos inesperados que han caracterizado los tres años del gobierno de Petro, cuando no había pasado la conmoción por el atentado al precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, los ecos de la Reforma Laboral, la Consulta Popular y la octava papeleta para citar una Asamblea Nacional Constituyente, saltó la liebre del complot para tumbarlo planeado por el impredecible excanciller Álvaro Leiva, según publicó el diario El País, de España.
Cuando desde el gobierno esperaban que los intentos de golpe que en repetidas ocasiones había denunciado el presidente provinieran de la ultraderecha, la sorpresa fue que la trama la tejió uno de los más importantes exfuncionarios de su gabinete ministerial, quien lo acompañó hasta que la Procuraduría ordenó su destitución por su actuación dudosa, cuando con justificaciones poco claras intentó frenar la renovación del billonario contrato para imprimir los pasaportes, y después se conoció, que su hijo, el tramitador Jorge Leiva Valenzuela, estaba interesado en que se lo adjudicaran a otra compañía que él representaba y como es de suponerse le ofrecía multimillonaria comisión.
Frustrado porque el presidente ya ni le contestaba llamadas y había reencauchado a Benedetti, después que el hoy ministro del Interior amenazara a Laura Sarabia con denunciar maniobras sinuosas durante la financiación de la campaña electoral, Leiva no aguantó el desaire y recordando viejas maniobras, tal vez aprendidas de su padre Jorge Leiva, conocido como el “Pájaro” cuando fue ministro de gobierno de Laureano Gómez, en los años de inicio de “La Violencia”; a sus 82 años decidió convertirse en otro líder mesiánico, y “salvar a la patria”, diseñando un libreto que inició con la publicación de cartas dirigidas al presidente con el propósito de desacreditarlo y en las que aseguraba que era un alcohólico y consumidor de otras sustancias y por lo tanto no era apto para dirigir al país.

En los audios de la conversación con interlocutor desconocido publicados por el País, de España, Leiva menciona su contacto con los republicanos y hermanos de origen cubano, Díaz Balart, cercanos al secretario de Estado, del gobierno de Trump, Marcos Rubio, para sumarlos en su aventura golpista, junto a los precandidatos presidenciales Vicky Dávila y Miguel Uribe y a grupos rivales entre si y enfrentados en varias regiones del país, como el Ejercito de Liberación Nacional, ELN, y el Clan del Golfo, y también habló de reemplazar al presidente por la vicepresidenta Francia Márquez, que según Leiva “estaba jugada” y bajo su orientación, había iniciado las criticas al Presidente Petro por el nombramiento de Armando Benedetti como ministro del Interior, cuando por primera vez se transmitió en vivo por la televisión nacional, un consejo de ministros.
Leiva quien se marchó a España temeroso de ser detenido y juzgado por “traición a la patria” y otros delitos, negándose a conceder declaraciones a los medios de comunicación, sólo accedió a conversar telefónicamente con Vicky Dávila, quien le solicitó aclarar sobre su mención en las conversaciones filtradas.
Por lo pronto, Francia Márquez, la más comprometida por supuestamente estar “jugada” con el complot, ha negado su participación y reafirmado su compromiso y lealtad con el gobierno del presidente Petro, solicitando a la Fiscalía que investigue a fondo para aclarar los sucesos, mientras desde diversos sectores afectos al gobierno, y algunas redes sociales y medios, ya la dan por culpable.

Siguiendo con la montaña rusa que ha caracterizado estos tres años de gobierno, recién renuncia la controvertida canciller Laura Sarabia, argumentando que está en desacuerdo con algunas decisiones recientes. Mientras, en el departamento del Cauca, a la par que se espera el anuncio del conjunto de obras y proyectos que financiará el gobierno nacional en el llamado “Pacto por el Cauca”, en la vereda de La Carbonera, municipio de Bolívar, el recién creado frente Andrés Patiño, de las disidencias del EMC, de Iván Mordisco, se enfrenta con el ELN para iniciar su control sobre los municipios del Macizo ubicados en el sur del Cauca y norte de Nariño.
Lo positivo es que esta vez el ejército nacional si acudió a enfrentarlos a diferencia de hace año y medio cuando en medio del cese al fuego, de la “Paz Total”, los mismos grupos se disputaron los municipios de la cordillera central, desde Santander de Quilichao, hasta Puracé, Tierradentro y el Huila controlando buena parte del territorio.