La Alcaldía de Popayán supervisa obras en barrios y veredas realizadas mediante convenios solidarios con Juntas de Acción Comunal.
La Alcaldía de Popayán, liderada por el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo, continúa ejecutando el Presupuesto Participativo Municipal, un programa que busca mejorar las condiciones de vida en la ciudad y en las zonas rurales mediante la realización de proyectos de infraestructura priorizados por las mismas comunidades. Este modelo de gestión fomenta el trabajo conjunto entre la administración municipal y las Juntas de Acción Comunal (JAC), bajo convenios solidarios que garantizan transparencia y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Recientemente, el alcalde y su equipo realizaron un recorrido para supervisar algunas de las obras ejecutadas dentro de este programa, evaluando el impacto positivo que han generado en las comunidades beneficiadas. Entre las intervenciones destacadas se encuentran el sendero ecológico del barrio Tomás Cipriano de Mosquera, el salón comunal de La Esperanza y las placas huella construidas en El Diamante, la vereda Quintana (Cajete), Clarete Alto y El Hogar. Estas obras no solo mejoran la infraestructura de los territorios, sino que también refuerzan el sentido de pertenencia y colaboración entre los habitantes.
El recorrido, además de permitir la supervisión de los avances, fue una oportunidad para felicitar a las comunidades por los resultados obtenidos a través de su trabajo conjunto con la administración. Durante las visitas, el alcalde Muñoz Bravo subrayó la importancia de que las comunidades participen activamente en la toma de decisiones sobre los recursos públicos. “Son obras muy eficientes, muy rápidas, porque la misma comunidad las ejecuta. Se ve la eficiencia porque ustedes mismos manejan los recursos, lógicamente con vigilancia del municipio. Así le estamos dando transparencia a los procesos”, comentó el mandatario.
Este modelo participativo tiene como objetivo garantizar que los recursos sean destinados a solucionar problemas específicos identificados por las comunidades, respondiendo directamente a sus necesidades prioritarias. Las JAC, como actores fundamentales en este proceso, no solo ejecutan las obras, sino que también son responsables de la planeación y supervisión de los proyectos, lo que permite optimizar tiempos y costos al mismo tiempo que se fomenta la cohesión social.
El sendero ecológico del barrio Tomás Cipriano de Mosquera, por ejemplo, no solo beneficia la movilidad de los habitantes, sino que también promueve espacios para la recreación y el contacto con la naturaleza. Por su parte, las placas huella construidas en las veredas y zonas rurales mejoran la conectividad vial, facilitando el transporte de personas y mercancías y reduciendo las dificultades de acceso, especialmente en temporadas de lluvia.
