Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal
El domingo entregamos con alegría y gratitud la Revista de Semana Santa, un esfuerzo conjunto entre El Liberal y El País, que marca el inicio de una alianza estratégica nacida de una convicción profunda: la de que, trabajando juntos, los medios regionales pueden construir narrativas más poderosas, más humanas y más nuestras.
Este primer producto, que lleva la firma y el cuidado de Antonio Alarcón Reina, es una muestra clara de que cuando hay compromiso, rigor y sensibilidad, es posible plasmar en el papel la esencia de una tradición que le ha dado identidad a Popayán por siglos. Antonio no solo documenta; interpreta. No solo narra; honra. Y en ese gesto, generoso y sincero, está contenida toda la esperanza de este nuevo camino que comenzamos a recorrer.
Sabemos, con humildad, que esta edición no logró todo lo que nos propusimos. Hay cosas que habríamos querido hacer de otra manera, páginas que imaginamos distintas y detalles que el tiempo y los recursos no nos permitieron pulir. Pero lo más importante sí lo logramos: iniciar. Dar el primer paso. Demostrar que, cuando se trata de preservar nuestras tradiciones, de darle valor a lo propio y de creer en lo que somos, hay fuerzas que se alinean y voluntades que se encuentran.
Esta revista es mucho más que una publicación; es una declaración de principios. Es la confirmación de que la región no se resigna a ser contada solo desde la tragedia o la estigmatización. Que hay mucho más que decir sobre el Cauca, sobre el suroccidente, sobre Popayán. Que tenemos una riqueza cultural, espiritual y patrimonial que merece ser contada con altura y respeto.
Cada edición que venga será una nueva oportunidad para hacerlo mejor. Para aprender, ajustar, crecer. Pero también será una oportunidad para seguir cumpliendo con el propósito que nos une: mostrarle al país que aquí, en esta tierra tantas veces golpeada, hay gente que resiste desde la fe, que persiste desde la cultura, que se levanta con cada Semana Santa no solo para procesionar, sino para reafirmar su dignidad.
Agradecemos a nuestros lectores, a nuestros aliados, a todos los que abrieron sus puertas y compartieron sus saberes para hacer posible esta revista. Y, por supuesto, agradecemos a El País por creer en esta alianza que empieza con pasos firmes y con la certeza de que juntos podemos más..
