Hoy conversamos con Javier, un poeta que viene de un rincón humilde de la ciudad, donde las calles respiran historias no contadas y las noches se llenan de silencios profundos desde donde ha hecho de la palabra su refugio y de la música su puente hacia el alma del mundo.
Por Antonio María Alarcón Reyna
Mi nombre es Javier Mamián. Nací en la ciudad de Popayán. Como a los 8 años me fui a vivir a Bogotá y allá estuve varios años, luego volví a Popayán y quien sabe cuándo me vuelva a ir.
Mi padre falleció en el 2011. Mi madre ha sido a quien le debo todo, ha dado todo su esfuerzo por brindarme las condiciones y enseñanzas adecuadas al igual que mi familia. Siempre con el objetivo de tener unos recursos educativos los cuales sirvan para sustentarse en la vida. No tengo hermanos, pero sí muchos primos. Pasé largas temporadas conviviendo con varios de ellos y recuerdo solo aventuras, en Bogotá recuerdo aventurarme por unos caños que quedaban cerca de donde vivíamos, siempre nos regañaban porque por ahí había mucho loco, nosotros solo sentíamos la aventura.
Vengo de una familia de comerciantes, es por eso que de Popayán recuerdo la galería la Esmeralda cuando no existía el centro comercial sino una plaza llena de paseras donde se vendía de todo un poco. Recuerdo que, de muy pequeño, jugaba debajo de unas paseras y encima de unas tulas donde se empacaba las mercancías, jugaba con muñecos de plásticos, una moto de plástico y con canicas. No tengo hermanos y tampoco hijos, pero sí tengo un perro, Fito José es su nombre, también tengo varios gatos.
Varios años de mis estudios los hice en Bogotá y otros en Popayán. El bachillerato lo realicé en el INEM, el pregrado en la Universidad del Cauca, el posgrado en la Universidad de Nariño y un técnico en el Sena que a la fecha estoy cursando. En la universidad me enfoqué en la literatura, escribí varios libros de poesía: La vida la cruel herida de la muerte, Sancocho Light, Ciudad-terremoto y Pubenza, pero, sobre todo, hice amigos con quienes realizamos cosas que me siento orgulloso, creamos una editorial pirata porque nadie nos quería publicar. La Silla Renca que luego se forjó como un fenómeno editorial y literario a nivel nacional en mundo underground.
Presentación en Latino Power con los Perrxs del monte. Bogotá 2024.
Desde el colegio inicié con la música, pero no es sino en el 2018, cuando decido tomarme esto en serio. Uno de los resultados de mi trabajo de grado fue la musicalización de unos poemas, de ahí continué con la idea hasta construir Nación-mazamorra, un disco de 9 poemas musicalizados, proyecto con el cual inicio de lleno en la música. Luego, publiqué un EP de 4 canciones que a la fecha ya es un disco porque se le fueron sumando canciones en el camino. Ahora estoy trabajando otro disco, las canciones ya están, falta grabarlas y en eso estamos, gestionando para ello. Toda mi música está en todas las plataformas digitales.
A estas alturas de mi vida, ya no me queda otro camino que seguir haciendo música, escribir poemas y disfrutar el viaje, siempre trabajar para mejorar y buscar las puertas de la creatividad. Creo que, sino hiciera lo que hago, mi vida obviamente sería distinta, pero no tan distinta a la de muchos jóvenes de mi generación que murieron en las esquinas rociados por las balas de la limpieza social, o consumidos por el vicio o reclutados con la promesa de un buen trabajo para nunca más volver. Ese hubiera sido mi destino, ese fue el destino de muchos jóvenes del Barrio Los campos de la ciudad de Popayán donde viví. Gracias a la música y la literatura mi mundo es distinto.
En el 2018 obtuve el segundo lugar en el primer concurso de Música Campesina por la Paz y la Reconciliación de Toribío, Cauca, con dos bambucos. También obtuve el primer puesto en “canción inédita” en el 35 Festival de la Canción del Macizo Colombiano 2018. Ganador de la Convocatoria de Estímulos Culturales Popayán Vive el Cambio 2018, Secretaría de Deporte y Cultura en la modalidad de música con el proyecto musical “Nación- mazamorra” (Poesía musicalizada). Ganador de la VII convocatoria a Proyectos de Cultura y Bienestar de la Universidad del Cauca 2021. En el 2022 lancé el EP Yaraví en el marco de la feria Popayán Ciudad libro. Ganador de la Convocatoria de Estímulos Culturales 2023 Alcandía de Popayán. Beca de producción musical.
Y así, hoy en día, seguimos trabajando por forjar un camino musical y literario sólido, es decir, dejar un legado importante, dar lo mejor. En ello estamos hasta colgar los guayos, o la guitarra y los versos en este caso.
Este es Javier Mamián, un bacán que encontró en los libros y en los versos un camino distinto. Con esfuerzo y disciplina, logró cursar estudios de pregrado y posgrado, demostrando que el origen no define los límites, sino la voluntad. Su sensibilidad lo llevó a escribir poesía desde muy temprana edad; versos que hablan de amor, de ausencia, de resistencia y de sueños.
En cada verso suyo, en cada nota que acompaña su poesía, vibra el testimonio de alguien que, sin grandes pretensiones, está dejando una huella sutil pero imborrable en quienes tenemos la fortuna de escucharlo o leerlo.