La incursión, perpetrada con armas de largo alcance, sembró pánico en el barrio Villa del Rosario.
Derechos de autor autorizados por: Contenido convenio El País / El Liberal. Autor: Redacción El País.
El miedo y la zozobra se apoderaron de Corinto, Cauca, tras un violento ataque armado registrado en la noche del miércoles 12 de febrero en el barrio Villa del Rosario, pleno casco urbano del municipio. Un grupo de hombres fuertemente armados llegó en una camioneta y abrió fuego contra dos personas que se desplazaban por el sector, dejando como saldo un muerto y un herido.
Según testimonios de habitantes de la zona, la intensidad de los disparos hizo pensar en un hostigamiento contra la Policía, lo que llevó a muchos a resguardarse en sus casas. “Eso sonó fuertísimo, como cuando atacan la estación de Policía. Todos corrimos a escondernos, pero luego nos dimos cuenta de que habían disparado contra dos personas en la calle”, relató una comerciante del sector.
El blanco del ataque y el rastro de violencia
Cuando los vecinos salieron a ver lo ocurrido, encontraron a dos personas baleadas sobre la vía. Una de ellas, identificada como Jhon Chantre Banguero, conocido en la comunidad como ‘El Escamoso’, murió en el lugar, mientras que la otra víctima fue trasladada de urgencia al hospital local.
“Esa calle quedó llena de vainillas, muestra de la intensidad del ataque. Dispararon con fusiles y hasta un perrito callejero murió en medio de la balacera”, agregó otro habitante del municipio, quien, como muchos, prefiere no hacer conjeturas en voz alta sobre los responsables.
Las versiones de la comunidad señalan que Chantre Banguero tenía un rol importante dentro del frente Dagoberto Ramos, una de las estructuras disidentes de las FARC que opera en la región y que actualmente mantiene una disputa con el frente 57 Yair Bermúdez por el control del territorio.
“El señor tenía mando al interior de este grupo”, afirmaron algunos residentes de Corinto, quienes, sin embargo, evitan hablar abiertamente por temor a represalias.
Un municipio militarizado y en alerta
Tras el ataque, el hospital local fue rodeado por personal militar y la presencia policial en el municipio aumentó significativamente. “Uno ve eso y se da cuenta de la gravedad del asunto. Un ataque de esta magnitud, en plena zona urbana, es una muestra de que la situación se está desbordando”, comentó un poblador.
A pesar del impacto de este hecho, hasta el momento las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial. Mientras tanto, en redes sociales circulan videos que muestran la reacción de pánico entre las personas que estaban cerca del lugar del ataque, reflejando el clima de temor que vive la comunidad ante la violencia que sigue golpeando la región.
