Un fuerte aguacero sorprendió a Popayán, causando graves inundaciones en varias zonas de la ciudad. Barrios como La Esmeralda, Los Comuneros y San José fueron los más afectados, mientras los organismos de socorro atienden más de 25 emergencias.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
El día de ayer, Popayán fue escenario de un torrencial aguacero que generó múltiples emergencias en diferentes sectores de la ciudad. Las lluvias comenzaron alrededor de las 3:00 de la tarde y rápidamente sobrepasaron la capacidad de los sistemas de alcantarillado, provocando inundaciones que afectaron viviendas, locales comerciales, instituciones educativas y hospitales. Las zonas más afectadas incluyen el suroccidente y el oriente de la ciudad, donde los organismos de socorro tuvieron que intervenir de manera inmediata para mitigar los daños.
Barrios como La Esmeralda, Los Comuneros, Pajonal y La Campiña registraron serias inundaciones, con reportes de niveles de agua que alcanzaron hasta un metro de altura. En algunos puntos críticos, como el Hospital Susana López de Valencia, las instalaciones se inundaron, complicando la prestación de servicios de salud. Situaciones similares se vivieron en varias escuelas y colegios de la ciudad, donde profesores y estudiantes debieron abandonar las aulas para evitar mayores riesgos.
El cuerpo de bomberos de Popayán estuvo activo durante todo el día, despachando múltiples vehículos para atender alrededor de 25 emergencias reportadas en las áreas más afectadas. Equipos de rescate trabajaron sin descanso para desobstruir alcantarillas y drenar el agua acumulada, lo que permitió que algunas familias pudieran regresar a sus hogares y comenzar las labores de limpieza.
Entre los sectores más afectados destaca el barrio San José, donde varias viviendas quedaron anegadas, y la situación en la zona comercial de La Glorieta de la Chirimía, donde los comerciantes reportaron la pérdida de mercancía debido a la rapidez con que subieron los niveles de agua. En el sector de Los Sauces, los residentes describieron cómo el agua ingresó a sus casas, obligándolos a utilizar baldes y ollas para intentar reducir los daños.
El aguacero también trajo consigo descargas eléctricas que afectaron a gran parte de la ciudad, lo que incrementó la sensación de emergencia entre los habitantes de las zonas afectadas. Aunque afortunadamente no se reportaron pérdidas humanas, la magnitud del desastre ha generado un sentimiento de vulnerabilidad entre los ciudadanos, quienes han solicitado mayor inversión en la infraestructura de drenaje y prevención de desastres.
Por el momento, las autoridades locales, junto con los organismos de socorro, continúan realizando labores de evaluación y asistencia en los barrios más perjudicados. La Oficina de Gestión del Riesgo de Popayán está consolidando un balance oficial de los daños, mientras se prepara para enfrentar posibles nuevos episodios de lluvias en los próximos días.